
Girona ha logrado descongestionar su centro histórico copiando un truco de Barcelona: borrarse de Google Maps
Girona ha logrado que Google y Waze modifiquen las rutas que llevaban a los coches, especialmente a los turistas, a atravesar el casco antiguo de su ciudad conocido como el Barri Vell.
Esta zona histórica tiene la circulación restringida, con prioridad para peatones y acceso limitado a residentes y negocios. Para evitar el exceso de tráfico y preservar el carácter peatonal del centro, el Ayuntamiento pidió a los gestores de esos navegadores que priorizaran recorridos alternativos y marcaran claramente las restricciones de acceso a la zona.
Atascos entre 2.000 años de historia
Antes, Google Maps y Waze guiaban a muchos conductores por el interior del Barri Vell para tomar atajos, especialmente a turistas que confiaban en el GPS para moverse por la ciudad. El problema es que, como la mayoría de centros históricos, esto generaba circulación indebida en calles estrechas y empedradas que no están diseñadas para el tráfico rodado y dificultaba la circulación de los vecinos.
Tal y como destacan en El Periódico, en el Barri Vell la circulación está restringida y se requiere autorización especial para acceder incluso para los vehículos de reparto y servicio que se ven sometidos a un control horario de acceso para priorizar el uso peatonal del centro monumental con más de 2.000 años de historia.
«Desde hace tiempo trabajamos para garantizar la pacificación en el Barri Vell y la prioridad para que los viandantes sean el sello de la ciudad», escribía Lluc Salellas, alcalde de Girona en su perfil de X.
La idea municipal para la descongestión
El Ayuntamiento gironés envió cartas a Google y a Waze para solicitar que se eliminara el Barri Vell como ruta recomendada para evitar el paso de coches turísticos por esta zona. Esta gestión llevó varios meses, pero finalmente resultó efectiva y las aplicaciones de GPS dejaron de proponer el casco histórico como atajo para los desplazamientos internos de la ciudad.
Además, el equipo municipal trabaja para que la información mostrada en los navegadores sea lo más precisa posible, indicando claramente los lugares donde los turistas pueden aparcar fuera del casco histórico y evitando que se estacionen vehículos donde están reservados los espacios para carga y descarga. «Hemos conseguido que Google y Waze marquen claramente que el Barri Vell es una zona con circulación restringida; y por tanto, que no envíen los coches de los turistas tan fácilmente», explicaba el alcalde Salellas a El Diario.es.
Girona no es la única que se ha «borrado» de Google
Girona no es la única ciudad que ha pedido a Google que modifique la información que da a sus usuarios para redirigir los flujos de turismo y reordenar el tráfico de sus calles.
El ayuntamiento de Barcelona aplicó una medida similar para descongestionar los accesos al Park Güell, uno de sus lugares turísticos más visitados, eliminando de Google Maps una de las líneas de autobús que subían hasta el parque. Esta acción buscaba evitar la saturación de turistas y priorizar al servicio para el uso de sus vecinos, librándoles de la saturación de miles de turistas que cada día visitan la obra de Gaudí.
En Holanda, un pequeño pueblo logró burlar a Google Maps para descongestionar sus calles coordinando a sus vecinos para que enviaran reportes falsos de calles cortadas.
Eso hizo que el GPS redirigiera el tráfico a rutas alternativas librando a sus vecinos del exceso de tráfico. En todos los casos, esta estrategia coordinada con las aplicaciones de GPS ha conseguido reducir el turismo masivo en las áreas más sensibles de las ciudades, demostrando cómo las tecnológicas pueden influir en los flujos turísticos.
Imagen | Unsplash (Brandon Gurney, Priscilla Du Preez)
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Girona ha logrado descongestionar su centro histórico copiando un truco de Barcelona: borrarse de Google Maps
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Xataka
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Rubén Andrés
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